miércoles, 12 de diciembre de 2018

SONIDOS DEL SILENCIO



Hay silencios que aturden....

Sonidos que resuenan sólo en las conciencias de algunas y algunos....

Silencios que en la absoluta obscuridad, atormentan....

Son "Los Sonidos Del Silencio", emulando aquella hermosa y famosa canción.

Los silencios a los que me refiero aquí, son los de quienes calladas, sufren en soledad gracias a sus temores. Los sonidos en cambio, son los que aturden las conciencias de quienes luchamos contra las injusticias.

El silencio de la mujer maltratada y los sonidos de quienes deben denunciar y combatir hasta eliminar de raíz, todo vestigio de agresión a la mujer en cualquiera de sus formas, esos son los Sonidos del Silencio...

Culturalmente, moralmente, socialmente y religiosamente, la mujer ha estado en minusvalía por siglos frente a los hombres, debido a sociedades patriarcales, profundamente conservadoras y clericales. Esa fue la regla y jamás la excepción hasta tiempos recientes. 

Afortunadamente,  vivimos tiempos de cambios y la barbarie que sufrieron millones de mujeres en el pasado está llegando a su fin,  salvo  lamentablemente en algunas regiones de nuestro hermoso planeta azúl.

Aún persisten casos de violencia contra la mujer que van desde la discriminación y el menosprecio hasta la agresión física, sexual, verbal, psicológica y el asesinato.

Hay jurisprudencia en todos los países, para combatir la violencia contra la mujer y hasta las Naciones Unidas decretaron el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer. 

La jurisprudencia existente jamás será suficiente, si no hay una verdadera concientización sobre el tema, dicha concientización debe iniciarse desde la infancia en el hogar y el colegio simultáneamente,  tanto en niñas y niños para que la igualdad, la consideración y el respeto mutuo, sean internalizados  desde la infancia.

No deben existir mujeres pensando o sintiendo que son menos que el hombre por su condición social, económica, política o religiosa, y tampoco deben existir hombres sintiéndose superiores o con mayores derechos que la mujer,  por el simple hecho de ser "hombres". 

Aquí en la República Bolivariana de Venezuela, tenemos un dicho popular que dice: "Deseos no preñan", así que no es suficiente con desear que no exista Violencia Contra la Mujer, es necesario trabajar en ello, no hay que preocuparse, hay que ocuparse del tema. 

Volviendo al inicio de este artículo, les resalto el título: Sonidos del Silencio. 

Los sonidos deben ser multiplicados, amplificados, diversificados y socializados a nivel global, me refiero a los sonidos de las protestas, en los casos de Violencia Contra la Mujer, dichos sonidos también deben ser convertidos en orientación y educación, para que los silencios y el sufrimiento, desaparezcan. 

Carajo,  en ninguna región debe existir una mujer que calle el abuso por temor al ¿qué dirán?  O a ser señalada por hipócritas moralismos de sociedades enfermas por complejos, odio y maldad.

Tenemos a favor la conectividad a través de las redes sociales y el Internet,  que borran distancias y permiten el acceso a todo tipo de información, pues hagamos de dicha circunstancia nuestra herramienta de trabajo,  para difundir información emancipadora y orientadora que libere a las mujeres con temores y complejos,  que "castran" sus vidas de la manera más cruel y dolorosa. 

La información y orientación,  también debe ser dirigida a los hombres para que superen y corrijan (a tiempo), las aptitudes y actitudes que los convierten en asquerosos maltratadores y hasta asesinos,  que sólo merecen el desprecio y la cárcel. 

Enfatizo en esto: No deben existir mujeres temerosas ocultando sus desgracias, lo que si debe existir, son mujeres claras en sus derechos, con conciencia de clase y género,  que defiendan su libertad en todos los sentidos, sin más limitantes,  que las que dictan el respeto al derecho ajeno. 

El combate contra la Violencia a la Mujer,  no es cosa sólo de mujeres, todos y todas deben estar involucrados en el tema,  porque mientras más libre y feliz sea la mujer, más lo será el hombre y la humanidad.

Un abrazo donde sea que se encuentren,  recuerden que la irreverencia, la rebeldía, la conciencia y la educación, todo basado en la constante comunicación, deben ser sus armas para alcanzar la verdadera emancipación. 

Les dejo esta hermosa canción, que titula este humilde y modesto artículo,  para que mediten sobre el mismo y actúen en consecuencia.








David  C.




1 comentario: