jueves, 27 de diciembre de 2018

HOMOFOBIA




La vida es una eterna contradicción.... 

La mente humana es muestra palpable de la misma.... 

Nuestra mente es diseñadora de prodigios artísticos, culturales, científicos y humanos,  que dan forma a inimaginables bellezas y actitudes conmovedoras capaces de activar los sentimientos y  las conciencias de personas  frías y aparentemente, insensibles.

Contradictoriamente esa misma mente prodigiosa que nos  hace conocer el amor en sus muy variadas y diferentes facetas,  puede y es creadora en muchas ocasiones de aberraciones dantescas capaces de sembrar el dolor y el odio de manera inimaginable. 

Nuestra mente puede encerrar actitudes y aptitudes para la poesía, la música, el amor, la filosofía y las ciencias, pero también para la envidia, el egoísmo, la maldad, el racismo, la xenofobia, la misoginia y la homofobia. La cual nos ocupará en este artículo.

En este mundo aparentemente "libre", aún persisten tabúes que llevan a las sombras y al ostracismo temas como el de la diversidad sexual, más aún,  si quienes tocan dicho tema son personas heterosexuales como este servidor que les escribe.

El hombre o mujer que obvie tocar el tema de la homosexualidad por temor a ser encasillado erróneamente en estos grupos sociales, es sencillamente un temeroso de la realidad,  está atrapado por tabúes o perversiones mentales,  y cada vez que incurre en dicha actitud,  le da una cachetada a la razón y la dignidad de quienes si pertenecen a alguna arista dentro del amplio mundo de la diversidad sexual.

Comenzaré por afirmar que cada ser humano es actor, hacedor y cuidador de su propia vida, y por tanto, dueño indiscutible de vivir como lo desee y con quien desee, con la única limitante de mantener el  respeto al derecho ajeno que es precisamente,  el mismo derecho que nos asiste a todos independientemente de la tendencia sexual, política, filosófica o religiosa con la que decidamos vivir.

Este artículo está inspirado en la asquerosa tendencia de la ultraderecha, grupos conservadores y clericales que desean vivir  exclusivamente con su "verdad" imponiéndola  ante tirios y troyanos,  obviando el más mínimo respeto al disenso y la libertad (personalísima) a decidir como vivir,  que posee cada quien,  y donde el homosexualismo y las diferentes tendencias sexodiversas,  son vistas como un "pecado" digno del castigo más severo y ejemplar.

La ultraderecha es una plaga que se convirtió en pandemia que recorre Europa,  ahora amenaza  nuestro continente, ya tenemos el ejemplo de Brasil,  donde la ultraderecha alcanzó el gobierno lamentablemente, gracias a las mentiras y manipulaciones que neutizaron a toda una nación,  llevándola a favorecer con el voto a quienes indiscutiblemente serán sus verdugos.

Ultraderecha es sinónimo de odio, machismo, misoginia, homofobia, aporofobia y  xenofobia exacerbada, ---entre otras perversiones---,  como prueba,  están las conductas de los neonazis que son la antítesis del humanismo, el amor  y la dignidad.

El punto está en que todos quienes amamos la libertad, debemos remar en un solo sentido pertenezcamos o no,  al movimiento sexodiverso,  y defender su derecho a existir y ser felices, sin ninguna condición o limitante, porque sencillamente cada quien es dueño de su vida,  y por tanto, de sus sentimientos y su cuerpo.

Nadie es mejor que nadie,  dependiendo de su tendencia sexual, quien es bueno,  lo es como sea y donde sea,  e igualmente quien es malo, lo es donde sea y como sea, independientemente de los estímulos externos que moldeen su personalidad.

Quien alardee de ser "culto y moderno" pero evite tocar el tema de la homofobia en público o peor aún, se ria o celebre públicamente un "chiste" claramente homofóbico, es sencillamente un o una hipócrita de la A hasta la Z  y tiene graves perturbaciones conductuales en su psique.

Quienes amamos y defendemos las libertades individuales y colectivas, quienes hacemos de la inclusión y la igualdad una bandera permanente de lucha,  no podemos obviar los derechos de quienes han decidido vivir de manera "no convencional" y "diferente" como algunas personas se refieren ---erradamente---,  a la forma de vida de las  comunidades o grupos sexodiversos.

No hay nada de "diferente" en decidir vivir como se desea,  y no como las sociedades desean.....

En todo caso,  los "diferentes" son quienes haciendo gala de su egoísmo e incultura, se atreven a juzgar  y criticar a quienes gracias a su valentía y personalidad definida, libre de hipocresías, se atrevieron a ir contra sociedades castradoras, llenas de temores, convencionalismos y tabúes,  que  promueven la esclavitud sexual y moral, porque quien no logra vivir ni ser quien desea en lo personal, emocional y sexual,  es sencillamente un esclavo o esclava de si mismo. 

Quienes atacan con mayor radicalidad a los grupos sexodiversos, son personas frustradas que en muchas ocasiones poseen tendencias sexuales diferentes a las que defienden,  pero su cobardía les dicta que deben atacar para ocultar su realidad interna. No son pocas las personas así,  y es muy lamentable que ocurran dichas distorsiones de personalidad.

Quienes amamos la libertad, lo humano y lo natural, debemos unirnos y tener claro que nadie es quien para juzgar a nadie,  motivado a su conducta personal,  y a la forma en que decide conducir su vida,  al menos que dicha conducta afecte la vida de otros sin su consentimiento.

Un abrazo a todas y  recuerden que para exigir respeto es primordial ofrecerlo y brindarlo. Luchemos por el derecho de cada quien a vivir como desee.

La homofobia y la sexodiversidad,  no deben ser tema tabú. Es simplemente un tema parte de la vida misma que merece respeto, atención y estudio, para que nadie se sienta con derecho a limitar o denigrar del derecho que tienen los seres humanos a vivir como deseen procurando su personalísima felicidad.

Un abrazo navideño y no permitan que el odio,  los falsos moralismos y tabúes,  se adueñen de sus mentes y corazones.


David  C. 

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