CONCIENCIA Y CULTURA

 

Conciencia y cultura... 

Sustantivos básicos para la emancipación tan largamente soñada y luchada por nuestros pueblos. 

Tristemente, son sustantivos ausentes o en el mejor de los casos tergiversados colectivamente.

El hecho está en que sin conciencia no hay cultura y viceversa, ambas se complementan y en ningún caso una prela a la otra. 

La conciencia se refiere al conocimiento de nosotros mismos y eso atañe a diversos aspectos como el de donde venimos, quienes somos, cuáles son nuestros intereses y quereres, así como que deseamos y/o aspiramos para nuestro futuro. 

Solo con una clara conciencia de nosotros mismos, podremos aspirar a la adquisición de las actitudes y aptitudes intelectuales, sociales y morales; amalgamadas en nuestras ideas, tradiciones y costumbres que nos conducirán al nivel cultural deseado para alcanzar nuestra emancipación definitiva.

Podemos comenzar por internalizar que la cultura se encuentra entre uno de los sustantivos más interesadamente tergiversados por quienes desean dominarnos en la actualidad. Debemos dejar sentado de manera inquebrantable que cultura, no es sinónimo de moda o de superficialidades pasajeras como tendencias consumistas o conductas foráneas adoptadas como propias por algunos grupos sociales. 

Si bien la cultura está ligada inalienablemente al arte, esta se refiere, al arte que nos forma como individuos pertenecientes a una determinada sociedad o grupo poblacional como por ejemplo el "arte Azteca".

No podemos endilgarle el término "arte" a modismos generalmente llenos de contenido subliminal o no que aliena mentes y conciencias como el Reguetón. 

En un sentido amplio, la cultura es todo lo que somos es decir; nuestras costumbres, creencias, mitos, intereses, deseos, historia e intelecto. Es decir, todo lo que adquirimos gracias a nuestras facultades intelectuales y sociales luego de adquirir plena conciencia de quienes somos. 

Partiendo de este razonamiento, podemos afirmar que un pueblo sin conciencia es un pueblo sin cultura y viceversa, esta debilidad generalizada de nuestros pueblos es promovida por quienes desean mantenernos colonizados y de esa manera, dominarnos económica, política y socialmente.  

Lamentablemente, nuestros pueblos conforman naciones que alcanzaron su independencia hace ya más de un siglo, pero aún continúan colonizados, básicamente desde el punto de vista mental.

Este aspecto incide negativamente en nuestra independencia como naciones realmente soberanas y  emancipadas de las potencias extranjeras que hoy como ayer continúan explotando nuestros recursos bajo la falsa premisa de que nuestros pueblos son incapaces de producir productos terminados de buena calidad como ellos. 

Ya son siglos de batallas infructuosas luchando por nuestra definitiva libertad e independencia como naciones soberanas, pero dichas aspiraciones no serán alcanzadas, si no tenemos plena conciencia de quienes somos, que deseamos y a donde vamos, para que partiendo de allí podamos alcanzar un desarrollo cultural que establezca las bases de sociedades realmente autosuficientes e independientes de toda injerencia extranjera, pudiendo competir de igual a igual en un mundo pluripolar y multicéntrico. 

Resumiendo, debemos afirmar que mientras no, nos encontremos a nosotros mismos internalizando de manera consciente quienes somos y qué no somos.

No podremos acceder a un nivel cultural que nos brinde las herramientas para luchar contra el imperialismo y su arma predilecta el capitalismo que por siglos nos ha relegado como pueblos dignos y soberanos a tal punto de declararnos de manera humillante como su patio trasero. 

Por tanto, la consigna para este nuevo año debe ser conciencia y cultura como armas realmente emancipadoras...

Un abrazo revolucionario y libertario donde sea que se encuentren... 

David  C.