martes, 18 de julio de 2017

RIESGOS Y PELIGROS




La vida está llena de ellos. 

Sin los mismos, la vida sería arto aburrida,  sin motivación alguna, sin ninguna meta por alcanzar. 

Algunos suelen ser potenciales, pero otros son muy reales y actuales.

En su mayoría, los riesgos y peligros son calculados o manejados para que no infrinjan daño y, si es inevitable, que sean mínimos. 

Esta actividad ocupa gran parte de nuestra vida, en pos de evitar riesgos y peligros; estudiamos, acudimos al médico, protegemos nuestro hogar, cuidamos nuestra relación de pareja, así como nuestro desenvolvimiento social y laboral. Instituciones policiales, bomberiles, de defensa civil y las fuerzas armadas, tienen su razón de ser en la prevención, identificación y neutralización de riesgos y peligros

La vida transcurre en un eterno "cuidarnos", para vivir de la mejor manera posible. 

Entre los riesgos y peligros más temidos y, por tanto, más celosamente resguardados, están los que se refieren a la perdida de la libertad. Precisamente nada ha sido más asediado, deseado y conculcado que la libertad, hoy al igual que ayer no es diferente a nivel mundial. 

Una vez más nuestra la libertad,  es  lo que nos preocupa,  y nos quita el sueño, porque la tecnología que ha globalizado todo, está en manos de unos pocos que pretenden ejercer la hegemonía mundial, a través de su poderío mediático, económico y militar, para imponernos su modelo de vida colonizador y depredador, es decir, el capitalismo, basado en el neoliberalismo que propugna y alienta el imperialismo.

El neoliberalismo, ha colonizado y esclavizado la mente de muchas personas, desde humildes campesinos y obreros, hasta individuos (a) con estudios universitarios de 4to y 5to nivel, ellos y ellas, han caído bajo los cantos de sirena de la canalla mediática que todo lo tergiversa y modifica según su conveniencia, alienando mentes y conciencias, a través de la difusión masiva de falacias que promueven el odio, la exclusión y la desmoralización de los pueblos y naciones que desea dominar.

Aquí en la patria de Bolívar y Chávez, hemos resistido estoicamente, un bombardeo mediático feroz, proveniente de las transnacionales de la manipulación y la desinformación, que día a día construyen y diseminan globalmente matrices de opinión para que seamos vistos como asesinos, narcotraficantes, violadores de los derechos humanos y defensores de una cruel dictadura que coarta todas las libertades de su pueblo. ¡Lo cual es una falacia atroz!

Esta operación mediática, es la misma que se aplicó a Irak, a quien acusaron ---falsamente---, de poseer armas de destrucción masiva, con ese pretexto, invadieron, saquearon, y destruyeron dicho país, dejándolo en ruinas desde todos los puntos de vista, bajo caos total, con una guerra civil fratricida y con la perdida de tesoros de incalculable valor por su carácter histórico y religioso. Destino parecido corrieron Libia y Afganistán, actualmente Siria lucha para no ser una nueva víctima de la voracidad imperialista que en pos de sus deseos hegemónicos ejerce su poderío militar sin inmutarse,  ante los ojos del mundo.

Regresando a la patria de Bolívar y Chávez, debemos afirmar que la arremetida imperial no ha sido solo mediática, sino, también económica, a través de una campaña muy parecida a la aplicada al Chile de ese admirado mártir de la dignidad  llamado Salvador Allende, donde los empresarios se confabularon para desaparecer los bienes de primera necesidad indispensables para la vida diaria del pueblo.

Además de eso que sucede internamente,  nos aplican un bloqueo económico internacional solapado, pero muy efectivo que impide la importación de alimentos y medicinas, con el fin de promover la anarquía, y que la misma progrese hacia una guerra civil que les de los argumentos y excusas para implementar una intervención "humanitaria", que no sería otra cosa que, una nueva invasión colonialista para retomar lo que ellos llaman despectivamente "su patio trasero". 

Para enfrentar estos riesgos y peligros, debemos conocer a nuestro enemigo: El neoliberalismo. 

El neoliberalismo, se basa en el consumismo que da fuerza al capitalismo, a través de la creación de nuevas "necesidades" que obligan a los individuos a mantenerse en una eterna "compra", para satisfacerlas, las mismas  son basadas en frivolidades y superficialidades, pero que son vistas por sus víctimas como básicas e inevitables. El individualismo y la promoción de la competitividad es otra arista del neoliberalismo, que promueve la destrucción del hombre por el hombre en pos de la competitividad para ser mejor o superior que los demás. 

El individualismo, a su vez, da pie a la exclusión, debido a la legalización y justificación de la desigualdad, para priorizar solo a los mejores, por tanto, el neoliberalismo, está en contra de la solidaridad y todo lo relacionado con el bien común. Precisamente por dichos motivos, para el neoliberalismo, la propiedad privada es "su religión", en ella basan sus esperanzas, sus sueños, sus ideales y su futuro, promocionando el egoísmo, la exclusión y la xenofobia, porque solo importan ellos mismos y nada ni nadie más. 

El neoliberalismo excluye al humanismo para sustituirlo por el materialismo. 

En la actualidad dicho modelo se ha convertido en la punta de lanza del imperialismo en su carrera por la hegemonía global, la misma depende de una infraestructura y logística muy poderosa en la que la posesión de nuestros recursos naturales como agua, tierras cultivables y fuentes energéticas como el petróleo, además de nuestro espacio geoestratégico,  son básicos. 

Esa es la causa de  la arremetida feroz de la derecha nacional e internacional contra nuestros pueblos, apoyándose en campañas mediáticas de odio y manipulación para alienar poblaciones enteras, lo cual ha dado sus frutos como en la hermana patria Argentina, donde la derecha logro bajo el más cruel y obsceno engaño, el apoyo del pueblo para llevar a ese cipayo del imperialismo llamado Macri a la presidencia.  Lo que el imperialismo no logra con votos lo alcanza con argumentos leguleyos,  así vemos como se consolidó el golpe de estado en Brasil. 

Para el imperialismo es básico recuperar la hegemonía en lo que ellos llaman su "patio trasero",  y para eso se valen de apátridas que le sirven fielmente. Muestra de ello son los gobiernos de México, Chile, Honduras o Perú, los cuales,  se arrastran ante la bota yanqui sin el menor pudor y,  sin importar el sufrimiento de sus pueblos a quienes aplican obligatoriamente el modelo capitalista sin remordimiento ni piedad. 

Debe internalizarse que no es la comodidad de unos pocos, o los beneficios de otros,  lo que está en juego, es la continuidad de la vida tal como la conocemos lo que está en riesgo y peligro. El futuro de la humanidad depende para bien o para mal de lo que hagamos o dejemos de hacer en este momento histórico mundial. 

Nos toca a nosotros los hijos de la Patria Grande, dar ejemplo de unidad, honor, voluntad, valentía y amor propio, para garantizar la soberanía e independencia de nuestras naciones y región, como la Patria Grande que somos,  para el disfrute y tranquilidad de las generaciones por venir y la salud de nuestro hogar  al que llamamos tierra. 

Recordemos que el neoliberalismo desprecia la naturaleza,  solo la ve como un medio más de obtención de ganancias y recursos para alimentar su modelo de vida dispendioso y derrochador, completamente desligado al bien común y al amor por todo lo vivo y bello que existe. 

No es casual la enorme campaña mediática desatada por la derecha internacional sobre la patria de Bolívar y Chávez, ellos saben que para doblegar a la Patria Grande, primero deben dominar nuestra patria. Ellos necesitan desesperadamente de nuestros recursos y espacio geográfico para desarrollar la lucha que ya se observa en el horizonte por la hegemonía global en pos de un gobierno único regentado por ellos. 

¡Pues nuestros pueblos al fin despertaron y nunca más serán colonia de ningún imperio carajo!

La hegemonía global del imperialismo será solo una utopía producto de una quimera concebida en medio de sus febriles ansias de poder. 

Los pueblos hermanos que han caído bajo las fauces del neoliberalismo, ya se han dado cuenta de su error y están en plena batalla por su emancipación. ¡Una vez más el imperialismo fracasará en su intento por retomar lo que jamás fue suyo!

Un abrazo hermanos y hermanas de la Patria Grande en especial a los pueblos argentinos, mexicanos y peruanos, tan golpeados por quienes obedecen a los caprichos imperiales y no al mandato de sus pueblos. 

Hoy conocemos los riesgos y peligros, no queda más que asumirlos y vencerlos para felicidad propia y de la humanidad... 


David  C. 






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