domingo, 18 de febrero de 2024

LIBERTAD



Libertad, qué bonita palabra. 

Por siglos idealizada, añorada, luchada y tergiversada. 

Pero, nunca como hoy tan lejana, desdibujada, malinterpretada y manipulada. 

En nombre de la libertad al igual que de la igualdad se señala, acusa, castiga y asesina sin miramientos ni remordimientos. 

Es el justificativo ideal de invasiones, matanzas, genocidios y guerras. 

La libertad en los últimos tiempos, ha sido adoptada como bandera de la ultraderecha y el nazismo esto es en extremo peligroso porque muchos inocentes o desinformados pueden caer en sus redes y jugar en favor del mal sin darse cuenta. 

El fascismo, el capitalismo, el imperialismo, basan sus ideas en modelos completamente antagónicos a la libertad y la igualdad, basta con observar que creen y actúan dividiendo poblaciones y naciones según su poder económico por eso dividen el planeta en naciones mal llamadas de primer mundo, segundo mundo y las demás.  

Para muchos hay seres de primera (educados y nacidos para ser servidos) y "otros" que nacieron para "servir". Esto no es apología al odio de clases, sino una realidad palpable a nivel global. 

En plena era de la inteligencia artificial y los paseos orbitales convertidos en "turismo" para millonarios, aún hay reyes que ejercen como tales creyéndose de "sangre azul" y peor aún, súbditos que los adoran como tales. 

En plana era de las comunicaciones hay revuelo mundial porque en el "primer mundo" alguna princesa está embarazada o le fue infiel a su esposo, pero no pasa nada ni hay revuelo alguno ante los genocidios y matanzas diarias en África y ese gran "primer mundo" continúa apoyando el genocidio palestino sin que alguien piense aunque someramente en derechos humanos. 

¿En dónde está la libertad y la igualdad?

Me disculpan, pero es solo asquerosa y profunda hipocresía... 

Los poderosos se creen eso y, por tanto, con derecho a vivir cuál sanguijuelas de los más débiles. 

Hasta que no se comprenda y se aplique la máxima de que realmente todos y todas sin distingo de raza, credo, religión, orientación sexual, nivel económico o cultural, somos iguales, no habrá justicia ni paz.

Hay países como Argentina donde se privilegia lo económico por sobre lo humano porque sus dirigentes se deben al "dios dinero" y no a sus votantes que son seres de carne y hueso aunque ellos los miran como un bien material más. 

Mientras barbaridades como esas existan no podremos hablar de libertad, porque precisamente la libertad implica igualdad y eso brilla por su ausencia, tristemente en demasiados lugares a nivel global. 

Luchemos para ser más humanos, porque solo así la paz será posible, y a través de ella llegará la igualdad y por ende la verdadera libertad. 

¡Un abrazo donde sea que se encuentren! 


David  C. 

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