El mundo está cambiando. Eso es innegable.
El punto está en si será para bien o para mal...
Lo que si está claro es que la disconformidad de las personas a nivel mundial es innegable.
Un sentimiento se disemina cual pandemia a nivel internacional, el resentimiento.
Quizás, el mundo no está peor que antes, solo que está más comunicado e informado acerca de las realidades que ocurren en cada rincón de nuestro hermoso pero maltratado planeta.
Tristemente, en muchas ocasiones lo negativo supera a lo positivo, quizás por la inconciencia de la gente que cada día se hace más individualista y xenófoba, olvidando que vivimos en un único planeta, y que por ende, tenemos que convivir y colaborar entre todos para que la vida sea viable y hasta respirable.
Este artículo no pretende resaltar lo malo que nos estresa y neurotiza día tras día, sino concientizar sobre la necesidad de aprovechar los cambios actuales a nivel global para deslastrarnos de falsas creencias, tabúes, mitologías, moralismos y actitudes pseudoreligiosas que sencillamente encasillan y cortan las alas a millones.
La vida es tan sencilla, solo que muchos y muchas se empeñan en complicarla y enlodarla sin necesidad alguna.
Realmente el mundo está cambiando y nada en el futuro cercano será igual al pasado e inclusive al presente, pero hay algo que debe prevalecer si deseamos continuar activos como raza en éste, nuestro aún hermoso planeta.
Eso que debe prevalecer lleva implícito actitudes básicas en la vida como la tolerancia, la empatía y la solidaridad que conforman esa magia llamada amor...
Quizás sea algo trillado, pasado de moda e incomprensible, pero el amor es y será la bisagra que dará paso al bien y la ausencia de él, será de igual manera, nuestra perdición.
Solo el amor será capaz de eliminar el resentimiento por tantos genocidios, guerras, injusticias y maldad que están aquí, allá y más allá, oprimiendo los corazones de millones.
Permite que el amor llegue a ti. No te niegues a vivirlo, sentirlo y compartirlo como el amor que se siente al observar la sonrisa de un niño, el amor que nos brinda nuestra mascota al llegar a casa, la alegría de observar el triunfo ajeno, lo gratificante de compartir con amigos, la familia o tu pareja.
Solo permite que llegue a ti sin miedos ni complejos, y así verás que los resentimientos desaparecerán y ya no habrá dolor por lo que sucedió o sucede porque será sustituido por la esperanza y el deseo de dar y recibir felicidad.
Nos merecemos un mundo donde la alegría y la felicidad le cierren las puertas al resentimiento y el rencor.
Está en tus manos colocar tu granito de arena para contribuir a que tengamos un mundo mejor...
Es simple, ama y déjate amar....
¡Basta de tanto rencor y resentimiento!
David C.
Hermosas expresión que comparto plenamente: "¡Basta de tanto rencor y resentimiento!" , pero tenemos que reconocer que esto se alimenta por la desigualdad creciente en tantos lugares del mundo y habría que empezar por allí... ¿Que podemos pedirle a todos los que no pueden poner un plato de comida en la mesa de sus hijos? ¿Y a los que se van quedando sin trabajo? Hay que alcanzar los "basta" pero también hay que combatir los caminos que conducen a los sentimientos negativos y dañinos.
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