domingo, 6 de agosto de 2023

FILOSOFIA

 


Hablemos de Filosofía 

Una de las formas más sublimes e insondables de amor 

Quizás el amor más idolatrado, deseado e idealizado, pero jamás completamente conquistado. 

El amor por el conocimiento. 

Cada día son más las interrogantes que las respuestas. 

Mientras más comprendes, más internalizas lo poco que sabes. 

La lógica nos indica que si deseamos conocer y comprender todo lo que nos rodea, motiva, afecta y mantiene vivos, debemos conocernos a nosotros mismos. 

Cada ser humano es un mundo diferente, con sus virtudes y maravillas, pero también con sus errores y horrores. 

Se puede ser brillante a nivel profesional, pero un desastre a nivel personal... 

El cerebro humano es un mundo infinito del que solo se utiliza un mínimo porcentaje de su capacidad cognitiva, pero que aun así es capaz de producir y brindar infinita felicidad o inimaginable crueldad. 

Dicha ínfima capacidad cognitiva, ya es suficiente para destruir el planeta entero en un solo día, pero también de realizar un trasplante de hígado, pulmones o corazón y devolverle una vida sana y feliz a quien lo requiera. 

Desde que evolucionamos a seres pensantes y racionales, hemos creado "monstruos" que se alojan en nuestro cerebro, los cuales se transmiten de generación en generación de modo genético o no, pero con la característica de que cada vez son más poderosos respecto a su capacidad maléfica. 

Debido a todo esto, el mundo se encuentra al borde del abismo, empujado por nosotros mismos, cegados por ambiciones y perversiones. 

Es necesario deslastrarnos de los moralismos religiosos y sociales que cortan las alas y frustran la vida de millones, También de los nacionalismos y regionalismos que alimentan la xenofobia y el racismo.

Caso aparte, está constituido por el combate al egoísmo que debemos todos librar, porque este alimenta el individualismo junto al deseo de poder y lucro.

Debemos ser auténticos y no hipócritas como quienes se creen así mismos, muy buenos, porque brindan las sobras o dan limosnas, para ocultar sus deseos rastreros y bajas pasiones. 

La filosofía es la herramienta ideal para encontrarnos a nosotros mismos y desatar la guerra interna que emancipara nuestras conciencias, haciendo que los cambios para bien surjan en cada quien y por ende en la humanidad.

"No se le pueden pedir peras al Olmo", dice el dicho. 

Es imposible que las cosas cambien a nivel global si cada uno de nosotros no cambia y desecha sus "monstruos" internos.

En la actualidad se desarrollan guerras fratricidas entre pueblos hermanos en muchas regiones, las mismas pueden evolucionar a una confrontación global que acabe con la humanidad. 

Debemos filosofar, conocer y conocernos, pero de manera ¡urgente! Porque si no, no cambiaremos, seremos la herramienta de nuestra propia destrucción. 

Lo superficial, los poderes fácticos, las lentejuelas y el oropel, no pueden ser las referencias que nos guiarán hacia un mundo mejor. 

Hay que filosofar o al menos meditar, aunque sea con la almohada, aspectos como: 

  •  ¿Quién realmente soy?
  •  ¿Qué deseo realmente en la vida?
  •  ¿ Por qué actúo de manera diferente ante similares estímulos?
  •  ¿ Hago realmente lo que quiero y deseo?
  •  ¿ Soy sincero o hipócrita?
  •  ¿ Realmente estaré haciendo el bien o simplemente creo que lo hago?
Estas interrogantes son estimuladoras y esclarecedoras para la conciencia, haciéndonos mejores seres humanos, porque si nos conocemos, lo seremos. 

El cambio comienza por nosotros mismos, solo así podrá surgir un mundo mejor. 

Ojalá aún estemos a tiempo de corregir y salir del inframundo maquillado con superficialidades y banalidades donde nos hayamos sumergidos, porque si no, estará decretado el fin de la vida tal y como lo conocemos en nuestro hermoso planeta azul... 


David C. 

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