El futuro...
Qué decirles...
Qué pensar...
Es tan incierto, tan difuso....
Lo que podemos decir es que, lo que sucedió hace un segundo ya es pasado y con el próximo segundo llegará el futuro.
¿Cómo será?
¿Qué nos deparará?
¿Lo sufriremos o lo disfrutaremos?
Los cambios se dan indetenibles y a velocidades que no imaginamos sobre todo a nivel tecnológico y si tomamos en cuenta que lo que observamos o nos permiten observar, está con un retraso de aproximadamente 15 o 20 años respecto al nivel real alcanzado pero que es secreto por motivos militares, nos damos cuenta que realmente el mundo dentro de 20 años será radicalmente diferente al que conocemos hoy.
(Ojala que aún exista).
La tecnología avanza a tal velocidad porque es el medio para alcanzar más poder, el eterno juego del poder en pos de la hegemonía que tirios y troyanos buscan desde el inicio de los tiempos y que jamás ha cambiado.
La naturaleza humana está genéticamente gobernada por la necesidad de supremacía, tristemente es así. A través de la historia se ha demostrado y los hechos continúan en el mismo camino.
Precisamente el futuro es incierto e impredecible porque no hay forma de hacer que los "líderes" renuncien a sus ansias de poder.
La tecnología ha llegado a tal punto que el futuro de la humanidad se encuentra supeditado a la decisión de un "líder" portador de los códigos nucleares que técnicamente calcinarían el planeta o de otro que puede igualmente activar misiles ultrasónicos portadores de ojivas nucleares.
La tecnología actual está en franca carrera por ser más eficaz y eficiente en su capacidad disuasiva de un lado u otro. Mientras eso ocurre, el mundo continúa caminando sobre la "cuerda floja" confiando en la cordura y raciocinio de quienes sólo piensan en sus propios intereses y el poder.
Que triste que el mundo esté en esas circunstancias...
Que dependa del juego geopolítico que desarrollan las potencias en pos de la hegemonía para si mismas.
Más triste aún es que el ser humano con tanta capacidad de análisis, raciocinio e inventiva, continúe navegando en su eterno pantano de egoísmos, xenofobia y fascismo.
No hay espacio para el humanismo, para la comprensión, la solidaridad o el amor...
El desarrollo tecnológico va contrariamente proporcional al desarrollo humanitario...
Por eso afirmo al principio de estas líneas que el futuro es tan incierto que quizás ni lo veamos...
La idea no es neurotizar, infundir odio ni temor pero el mundo depende del capricho de unos pocos que se creen más allá del bien y del mal, con derecho a decidir sobre las vida de más de 7000 millones de almas. Se dice fácil pero es una barbaridad por decir lo menos...
El "Sr." Trump constituyó una gran amenaza para la humanidad pero pueden llegar seres peores que él en cuyo caso, sería muy difícil hablar de futuro.
La raza humana parece predestinada a exterminarse así misma...
En sus genes está la competencia, el deseo de superioridad, el individualismo y el egoísmo.
Duras palabras pero es lo que los hechos a lo largo de la historia nos han ratificado una y otra vez.
¿Entonces que hacer?
Pues vivir un día a la vez, haciendo el bien, trabajando por el otro, construyendo nuestro espacio de humanidad siendo cada día más independientes es decir, no dejándonos arrastrar por el consumismo y el capitalismo que todo lo daña.
La parte psicológica es muy importante y más en estos tiempos de aislamiento por la pandemia, utilicemos las redes sociales, comuniquémonos y dejemos que nuestra mente y deseos vuelen, sólo hay algo que debemos tener en cuenta: Jamás jugar con las personas ni dañar a nadie, lo demás depende de cada una o uno de nosotros.
Vivamos mientras podamos, disfrutemos mientras podamos y luchemos mientras existan fuerzas y un corazón amoroso dentro de cada uno o una de ustedes deseando siempre paz y libertad.
Está visto que no estaremos para siempre pero mientras sigamos aquí dejemos constancia de que en el mundo no sólo hay locas y locos que luchan por destruirse unos a otros. También existes tú y existo yo que humildemente y modestia aparte, amamos la vida y la humanidad...
Como la canción de Silvio: Seamos un tilín más humanos y mucho menos egoístas...
Un abrazo donde sea que estés y recuerda: ¡Vive!
David C.