Una mano lava la otra, las dos juntas lavan la cara...
Ese es un dicho muy común, pero muy válido en estos tiempos en los que la solidaridad es básica...
Entre los diversos tipos de solidaridad hay una que resalta en estos días de femicidios y violencia de género, donde las sociedades patriarcales están presentes (afortunadamente cada vez menos), llenando de dolor y zozobra, mentes y corazones.
Paradójicamente, no fue una mujer quien acuño una frase que englobaría la colaboración entre mujeres, fue el escritor y filosofo español Miguel de Unamuno quien lo hizo, creando el término derivado de la palabra solidaridad exclusiva para ustedes: Sororidad.
Sororidad es sinónimo de hermandad y fraternidad entre mujeres en un contexto de discriminación sexual y violencia patriarcal.
El hecho de que sea un hombre como este servidor quien toca el tema es muestra de que los tiempos han cambiado, somos muchos los que al igual que Miguel de Unamuno, tenemos claro que la justicia social y la igualdad de género así como la abolición de la discriminación sexual es básica si deseamos realmente un mundo mejor.
Nadie mejor que una mujer para comprender a otra, para conocer sus debilidades, sueños y aspiraciones aunque los hombres de buena voluntad y amantes de lo humano y justo, nos podemos aproximar a sus necesidades, repito: Es la mujer quien puede saber como siente y piensa otra.
Por eso mi llamado es a la unión entre ustedes, mujeres de buena voluntad que sufren o viven como propias las tragedias de compañeras que tienen la desdicha de vivir oprimidas o disminuidas moral, social, económica, laboral o sexualmente por el único motivo de ser mujeres.
En estos días en los que el machismo se mimetiza y disfraza porque se sabe descubierto y perseguido, la organización entre ustedes mujeres combativas, luchadoras e inteligentes es una necesidad que inclusive atañe a toda la humanidad, no solo a su género.
Los derechos no se alcanzan por casualidad ni nacen espontáneamente como el pasto en una pradera, hay que lucharlos y pelearlos, hasta ganarlos porque los que se niegan a vivir con justicia y dignidad son seres repulsivos que odian lo natural y a la humanidad de la cual ustedes son parte fundamental.
Ellos jamás cederán si no son obligados a que lo hagan.
No deben existir maltratos, vejaciones y asesinatos por el hecho de ser mujeres, así como debe desaparecer la discriminación laboral por género, caso especial es la persecución a las mujeres que tienen una tendencia sexual no "acorde" con la que dictan las sociedades patriarcales.
Increíblemente en muchas sociedades los homosexuales (varones) son hipócritamente tolerados, pero las lesbianas o mujeres bisexuales son francamente rechazadas, vejadas, maltratadas y ni siquiera por hipocresía son toleradas. Eso debe desaparecer, tanto la hipocresía con los varones como el rechazo y hasta la violencia contra las mujeres con tendencia sexual "diferente".
Basta de femicidios y mujeres con la vida destruida moralmente, socialmente, psíquicamente y sexualmente por el capricho de algún aberrado que solo odio, ignorancia y cobardía guarda en su corazón.
Los hombres de buena voluntad siempre estaremos a su lado apoyando sus derechos y celebrando sus victorias, pero es el apoyo entre ustedes mismas, es la Sororidad, la que hará la diferencia.
¡Un abrazo donde sea que se encuentren mujeres de honor y espíritu valiente!
David C.