martes, 17 de noviembre de 2020

AHOGO



Extraño pero real y peor aún, una muy actual sensación... 

No se trata del típico ahogo del claustrofóbico en tiempos de pandemia... 

O de la consecuencia que produce la misma pandemia en el sistema respiratorio... 

Es algo más que el cambio de vida al que nos obliga la pandemia en éste inédito año que muchos idealizaron en épocas anteriores y que actualmente desean que termine lo antes posible. 

No se trata de los viajes postergados, los festejos y eventos cancelados, los beneficios económicos no obtenidos, el aislamiento social y familiar voluntario, la disminución de la actividad física y la soledad, así como el postergar proyectos y emprendimientos. 

Todo es superable en especial si es algo material. 

Lo que nos ahoga es la impotencia de sabernos vulnerables ante lo desconocido e incierto de un futuro totalmente impredecible donde la pandemia aunque imparable por ahora y probadamente asesina es solo uno de tantos problemas globales e inclusive,  no es el más grave. 

Lo que es insoportable y nos ahoga es saber que las soluciones existen pero no son "convenientes" para quienes tienen en sus manos su ejecución, sencillamente a nivel global no hay voluntad política, económica ni social para superar nuestra actualidad. 

Nuestros pueblos luchan navegando siempre contra la corriente, avanzando a duras penas para superar la debacle económica en la que el imperialismo a través del capitalismo y el neoliberalismo nos han sumido. Avanzamos a duras penas porque la sociedad de cómplices global que juega a favor del imperialismo se concatena para bloquear y sabotear dichos esfuerzos bien sea por cobardía, extorsión o porque tienen intereses en dicha situación. 

Si hay logros económicos como los alcanzados en la hermana Bolivia, los mismos son invisibilizados por las transnacionales de la comunicación, el márquetin y la propaganda que utiliza instrumentos como las redes sociales para masificar la mentira que aliena mentes y conciencias. Los resultados y pruebas están a la vista, se logro un golpe de estado en Bolivia, el país con mayor progreso económico de la región pero una vez más el pueblo salva al pueblo y lo superaron. 

Nos ahoga la certeza del saber que existen soluciones y son hartamente conocidas pero la actitud de muchos gobernantes y líderes globales no está en sintonía con las necesidades de los pueblos porque sus intereses están primero. La soluciones científicas, sociales y económicas existen pero no son aplicadas, esa realidad ahoga.

El ahogo se encuentra precisamente en la realidad de millones quienes claudican ante la maldad y el oprobio sustituyendo la combatividad por resignación. 

La pandemia por Covid 19 es sumamente contagiosa y si nos descuidamos mata eso es indiscutible, pero ¿Por qué sucede? 

Dicha pandemia ha cobrado auge porque lo económico a nivel global tiene prioridad por sobre lo humano, y por tanto, el lucro no debe ceder ante el sacrificio o sufrimiento humano. Eso sucede en Europa y otros sitios donde no pueden "vivir" sin bares, discotecas y otros sitios abiertos donde el virus es libre para expandirse porque la lógica sanitaria que indica resguardarse y confinarse no es "conveniente" aunque mueran seres humanos. 

Sumado a esto,  hay actitudes de "líderes" que más bien parecen locos fanáticos como Bolsonaro y Trump quienes niegan la pandemia y están en contra de combatirla. Estas situaciones ahogan y aún más cuando quienes deben asesorar, recomendar y  corregir callan o miran a otro lado igualmente por conveniencia. 

Sabemos que la pandemia será superada más temprano que tarde aunque obviamente los más humildes serán los últimos en superarlas salvo dignas y honrosas excepciones donde el socialismo y el comunismo orienta la vida de naciones. 

Como afirmé anteriormente la pandemia es solo uno de los motivos para sentirnos ahogados, muchos nos preguntamos; ¿Cuándo seremos realmente libres para vivir como deseemos desarrollándonos con nuestros propios recursos? ¿Cuándo cesará el intervencionismo yanqui, los bloqueos y sanciones, así como la actitud cipaya de traidores que venden a sus pueblos? Eso nos ahoga. 

¿Hasta cuando continuaremos sufriendo los efectos del colonialismo impuesto por el imperialismo que ataca todos los intentos de nuestros pueblos por vivir decente y dignamente? Eso nos ahoga.

¡Hoy más que nunca debemos recordar que solo el pueblo salva al pueblo y que jamás las burguesías y oligarquías que se alimentan del capitalismo y el neoliberalismo apalancado por movimientos liberales que se basan en actitudes conservadoras, serán la solución para nuestros pueblos!

Ahoga, el observar el día a día global que nos ratifica que el mundo "gira" al revés y que "las liebres persiguen a los perros",   peor aún, sucede ante los ojos de todos y nada ocurre, todo se encuadra en una nueva "normalidad". 

Ahoga,  la  "vara" con la que son medidos por instituciones internacionales ciertos países, por ejemplo si en la República Bolivariana de Venezuela, Nicaragua o en Cuba,  sucediese algo como lo actual en EEUU o Perú,  ya la ONU y la impresentable OEA, hubiesen solicitado intervención de la manera más rotunda y dura, pero lo que "es bueno para el pavo no es bueno para la pava", según ellos.  La impunidad internacional ahoga. 

Ahoga que ante tantos estudiosos sociales y políticos, el mundo no sea capaz de resolver sus diferencias de otro modo que no sea matándonos unos a otros para imponer razonamientos y derechos.  Evidentemente no hemos avanzado en lo absoluto y aunque nos cataloguemos como modernos e inteligentes,  seguimos siendo los seres salvajes, básicos, prepotentes y egoístas de siempre. Eso ahoga. 

El punto está en preguntarnos a nosotros mismos en la intimidad de nuestras conciencias: 

¿Sucumbiremos y nos ahogaremos? o ¡Lucharemos y venceremos!

Usted que me lee puede hacer mucho con muy poco si así lo decide. 

¡Piénselo y verá!

Solo le recordaré: 

¡Reivindiquemos lo humano, porque eso somos aunque algunos por sus acciones no lo parezcan!

¡Somos humanos! 

¡Viva el humanismo!

¡Jamás la solución será ceder ante la sensación de ahogo que nos atormenta! 

¡Sigamos en unidad, lucha, batalla y victoria! 


David C. 

2 comentarios:

  1. MIENTRAS LA FORTALEZA NOS ACOMPAÑE, PODEMOS LUCHAR CONTRA LOS AGOBIOS QUE LA MALDAD, EL ODIO Y LA FALTA DE HUMANIDAD SE QUIERAN IMPONER.

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