Días vienen, días van...
Qué extraño todo...
Qué irreal nuestra realidad...
No es un juego de palabras, es la verdad.
Son días oscuros, días de silencio, días de calles vacías y recogimiento, días de muchos fallecimientos y aún más lamentos.
Sin embargo la vida continúa, personas se conocen, nacen amistades sinceras, el deseo y el amor florece, las plantas crecen y todo reverdece.
Siempre habrá un mañana, nunca un jamás...
Si la vida continúa, y ésta es la que nos toca, quizás con sin sabores, miedos y preocupaciones, pero también con amores, con colores y sabores, sino lo creen, voltee y miren o recuerden a sus hijos, sus nietos e inclusive su perro, seguro una sonrisa le saldrá.
En estos tiempos de pandemia, hoy más que nunca nos tenemos a nosotros mismos, así que abracemonos desde la distancia y cuidemonos, apoyemonos, que nadie se sienta perdido en este oscuro sendero que nos toca transitar.
¡Está visto que nadie nos cuidará por nosotros!
El liderazgo mundial está muy ocupado cuidando sus intereses para preocuparse u ocuparse de la humanidad...
El liderazgo mundial está muy ocupado cuidando sus intereses para preocuparse u ocuparse de la humanidad...
Su actitud racista, capitalista, clasista, xenófoba e imperialista no se lo permite.
Que triste verdad...
¡Pues esa es la realidad!
Pronto todo pasará, ¡tengamos esa certeza! pero mientras lo superamos, tendremos que resistir y solo juntos, unidos, como seres humanos que somos y no como seres individualistas y egoístas, será que lo lograremos.
Estos son momentos para hacer gala de lo que pregonamos y dejar salir lo mejor de nosotros en pos de quién tenemos al lado.
Siempre recuerdo a las compañeras Argentinas: "El amor vence al odio" y "La patria es el otro". ¡Hagámoslo realidad!
Dejemos que el amor en todas sus formas sea nuestra guía y fortaleza.
El amor nos liberará de temores, dolores y hará más claro y amigable el camino que juntos recorreremos hasta superar la pesadilla que hoy vivimos.
Un abrazo donde sea que se encuentren, sigamos hoy más que nunca unidos, que nadie se sienta solo o sola en estos momentos en que únicamente el amor, la solidaridad y actitudes humanitarias nos salvarán.
Poseemos la fortaleza más poderosa que pueda existir: La fuerza del amor...
David C.