Los días vienen y van...
Las rutinas, igualmente, vienen y van...
Los días pasan acelerados y ni cuenta nos damos...
Solo algo notamos: El cansancio es una constante y la sensación de ahogo, delirante.
Quienes vivimos activos casi las 24 horas del día, luchando por un mundo mejor, tenemos un enemigo silencioso, uno que día a día nos consume lenta, pero eficaz y eficientemente, él está, donde estemos en casi todo momento, sin que lo notemos.
Es el famoso y tristemente célebre Estrés.
Hoy escribiré más como profesional de la salud que como líder social o comunitario.
Si deseamos continuar en batalla, dando el 100% de nuestras capacidades en beneficio de quien o quienes lo ameriten, debemos cuidarnos y querernos a nosotros mismos.
Lo digo con conocimiento de causa, porque en muchas ocasiones, he sido víctima de ese enemigo silencioso que altera nuestra percepción del entorno, y por ende, nuestra capacidad de interactuar de manera adecuada con compañeros, familiares y seres queridos.
En estos días de dificultades económicas, políticas, sociales y humanas, días en los que las noticias de guerras y violaciones a los derechos humanos están en todos lados, días en los que inclusive problemas familiares nos afectan, debemos encontrarnos a nosotros mismos.
No podemos brindar bienestar, si no estamos bien nosotros mismos, repito, lo digo por mi mismo que en ocasiones he sucumbido al Estrés, pero luego me levanto más fuerte y centrado en mis sueños y deseos.
Nos pasa a todos como seres humanos, lo más sano es reconocerlo.
Es básico que dentro de este maremágnum de acontecimientos, noticias y responsabilidades que nos agobian día tras día, apartemos un tiempo para nosotros, un momento para reencontrarnos y hacer lo que deseemos, inclusive desconectarnos de las redes sociales, si eso nos hace sentir mejor.
En muchas ocasiones, nos sacrificamos y preocupamos por los demás, pero nunca por nosotros mismos, vivimos pendientes de que le hace falta a nuestros hijos, que hace falta en la casa, cómo podré ayudar al vecino o al desvalido, como apoyar políticamente a nuestros líderes, pero jamás pensamos en que necesitamos nosotros y si lo hacemos es de manera superficial.
Todo lo arreglamos con una pastilla y ya, nada es importante, todo pasará, si hay cansancio pues ya habrá tiempo para descansar, esa es la actitud de no pocos y pocas, incluyéndome.
Un día despertamos mal humorados, intransigentes e inclusive deprimidos, increíblemente no le damos importancia, sino que continuamos, tensamos la cuerda más y más hasta que se revienta.
El Estrés es una de las principales causas de Infarto Cardiaco, debido a que produce aumento de la presión arterial que tampoco notamos, por la misma causa produce Accidentes Cerebro-Vasculares, además, en el hombre es causante de Impotencia y en la mujer de Frigidez entre otras muchas patologías.
No podemos triunfar en batalla si estamos expuestos a estos riesgos.
La solución es sencilla y siempre estará en nosotros mismos o mismas.
Lo primero es comprender y aceptar que no somos máquinas y que como cualquier ser humano tenemos debilidades y necesidades que deben ser atendidas.
Partiendo de dicha premisa:
- Debemos aprender a decir NO.
- Jamás sacrificar nuestra forma de ser o actuar para satisfacer a otros
- No permitir que la sociedad nos imponga falsos valores éticos o morales
- Ser siempre nosotros y nosotras mismas, sin permitir imposiciones
- Darle el justo valor a cada reto o circunstancia que nos presente el día a día
- Cultivar el pensamiento en positivo y rechazar el negativismo
- Rechazar la resistencia al cambio
- No permitir que falsos y tergiversados paradigmas religiosos castren nuestra vida personal
- Siempre creer en nosotros mismos
- Obrar siempre con la verdad y la sinceridad para jamás tener remordimientos de conciencia
- Ser honrados en todo momento, inclusive con nosotros mismos
El Estrés no es excluyente, afecta tanto a mujeres como a hombres por igual.
Tristemente, muchos suicidios tienen su origen o causa en el Estrés que al no ser tratado evoluciona a depresiones severas o casos de adicciones a fármacos y narcóticos.
Por eso cada vez que puedas:
- Drena conversando con alguien en quien confíes, si no tienes esa persona busca ayuda profesional con psicólogos e inclusive psiquiatras que estan formados precisamente para ayudar en esos casos
- Realiza actividades deportivas aunque sea solo caminar un rato
- Ten una vida sexual activa y plena con quien desees y de la manera que elijas, sin que nada ni nadie influya en ello
- Conserva una vida social activa, el aislarse es pésima idea
- Aprende a disfrutar de las cosas sencillas de la vida como la naturaleza que siempre está a nuestro alcance y nada cuesta
- Tomate un trago con tus amigos o amigas, pero no abuses del alcohol
- Se tú mismo o misma en todo momento y rechaza lo que sientas que te hace daño
- Jamás te tragues lo que no te gusta por miedo al "que dirán"
Para ayudar, debemos ayudarnos esa, debe ser la premisa fundamental.
Hoy es un buen día para vivir, sentir, amar y las cosas negativas olvidar...
¡Un abrazo donde sea que estés!
David C.