La vida es un eterno ir y venir...
Muchas personas van...
Muchas vienen...
Pocas se mantienen...
La coherencia es una propiedad que tristemente escasea a nivel global...
Las contradicciones abundan...
El pensar no se acopla al actuar...
Algunos (a) dirán que eso es lo normal, lo natural, porque cada quien es independiente para decidir y pensar como le parezca y plazca.
El detalle está cuando te muestras de una forma y defiendes ideas que en la práctica rechazas y peor aún atacas y golpeas a plena conciencia.
¿Oportunismo?
¿Hipocresía?
¿Egoísmo?
Quizás todas las opciones anteriores y un poco más; Fascismo.
La falta de coherencia, las contradicciones en nada ayudan a mejorar y estabilizar la situación global que todos y todas padecemos; Desde lo más sencillo, hasta lo más complejo, debe estar basado en algo que es primordial en la vida: La confianza que brinda la coherencia entre lo que se pregona y lo que se acciona.
¿Cómo nos podemos desarrollarnos económica, social y moralmente si no podemos confiar entre nosotros mismos?,
Si no hay unidad ni concordancia en los criterios que deben guiarnos en esta batalla por la vida que es de todos, luchando cada quien a su modo y trinchera. ¿Cómo venceremos?
Siempre hemos sabido que el dinero no tiene amigos...
Siempre hemos sabido que la ambición puede florecer y multiplicarse si consigue terreno fértil...
Siempre hemos sabido que nuestro cerebro guarda en su interior maravillas, pero también horrores que se transforman en traiciones, sumisiones y entreguismo para satisfacer las bajas pasiones que ese mismo cerebro es capaz de desarrollar y que (según ellos), sólo con poder y dinero se pueden obtener.
Lo que ellos jamás comprenderán es que sus anhelos, sus deseos, sus esfuerzos, siempre serán basura, que se compra y se vende en su asqueroso mundo materialista y superfluo. Son y serán basura porque igualmente jamás estarán en el campo de lo humano donde el amor, la tolerancia, lo sublime como el conservacionismo y el amor por el otro y otra en un marco de comprensión y solidaridad, son el alfa y el omega.
Eso somos nosotros...
¡Somos amor configurado en rebeldía y lucha revolucionaria por un mundo mejor!
Tristemente, ellos igualmente jamás lo comprenderán.
¡Su egoísmo no se los permite!
¡Su mente cortoplacista, materialista y profundamente xenófoba y racista los bloquea!
Muchos se preguntarán:
¿Por qué Trump?
¿Por qué Bolsonaro?
¿Por qué Iván Duque?
¿Por qué Piñera?
¿Por qué Lenin Moreno?
No soy fanático religioso, pero hay un dicho bíblico que reza:
"Por sus frutos los conoceréis"...
El punto está en ¿qué? Hacen los pueblos que están en manos de fascistas y adoradores del imperialismo y su modo de vida depredador configurado por el capitalismo y neoliberalismo.
¿Se deprimen y abandonan la lucha?
¿Afirman que es su "destino" y que "así" debe ser?
¿Se acobardan y esconden la cabeza debajo de la tierra como el Avestruz para no ver la realidad?
¿Qué piensa usted?
¿Será ese nuestro legado?
¿Qué alegaremos cuando nuestros hijos y nietos pregunten sobre qué hicimos y por qué permitimos qué sus vidas no tengan futuro y todo lo vivo tampoco?
¿Con qué orgullo y honor nos verán nuestros próceres y mártires desde donde estén?
Pienso que hay reservas morales suficientes para dar la pelea y no doblegarnos ante tanto oprobio e ignominia, allí están la hermana patria Cubana, la Nicaragüense y la gloriosa República Bolivariana de Venezuela, dando ejemplo de dignidad, soberanía y orgullo patrio.
Su ejemplo debe ser el faro que guíe en este mar tormentoso para no encallar ni zozobrar ante tanto poder económico, maldad e inmoralidad de algunos que se creen superiores, pero que realmente son sabandijas que por un puñado de dólares y oscuros intereses se venden al mejor postor traicionando los sueños e ilusiones de millones que desafortunadamente "confiaron" en sus ofrecimientos o sucumbieron ante la canalla mediática que aliena mentes y corazones para que los desinformados e inocentes apoyen a sus verdugos.
Como afirmé al principio de este artículo, la vida es un eterno ir y venir, pero la coherencia debe privar siempre en cada acción y reacción que mueva el que hacer diario de nuestras vidas.
Solo así la felicidad, la tranquilidad y la salud de nuestro amado planeta regresará y se consolidará, no para nosotros, sino, para las futuras generaciones de seres humanos y no humanos que hacen vida en nuestro atribulado y aún hermoso planeta azul al que llamamos hogar.
Debemos unirnos y aprender a confiar los unos con los otros, pero no a través de confianzas y solidaridades automáticas, todo debe ser demostrado, auditado y observado, porque sino, solo lamentos y martirio será lo que en el futuro nos rodeará...
Un abrazo, los y las revolucionarias quienes pensamos que un mundo mejor SÍ es posible, debemos unirnos y jamás deprimirnos o afirmar que todo está perdido, ahora es cuando hay y habrá batalla que dar en pos de la felicidad de todas y todos, basándonos siempre en el amor por el próximo.
Son días difíciles pero:
¡Siempre habrá un amanecer, siempre habrá una luz al final del túnel, así que animo carajo!
¡Un abrazo donde sea que estén!
David C.
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