Hay vacíos que duelen
Ausencias que no se comprenden
Sencillamente no se entienden
Porque sin conciencia
Sin unión
Sin solidaridad
Sin amor
No habrá futuro
Muchos lo sabemos
Pero aún hay
Quiénes la maldad y la injusticia
Defienden...
Un abrazo revolucionario y libertario, hablando de ausencias disculpen la mía en este espacio de reflexión y amor. El trabajo comunitario y profesional absorbe mis días a los que siempre le faltan horas para hacer y resolver los retos diarios que impone la actualidad.
Hay muchos tipos de ausencias, paradójicamente la física es la menos relevante, la prueba es que usted y yo nos encontramos lejos físicamente pero muy cerca ideológicamente, emocionalmente y humanamente porque nuestro sueño, deseo y lucha por un mundo mejor es omnipresente.
La ausencia de conciencia para internalizar que solo colaborando, trabajando y luchando por los derechos de las grandes mayorías que son siempre las más golpeadas, asediadas y explotadas es básica si deseamos un mundo mejor.
Esa ausencia duele mucho, duele en el alma...
La ausencia de solidaridad es otra causa de dolor que desmoraliza y aturde la psique de quiénes deseamos un mundo mejor.
¿Por qué tanto egoísmo tanto individualismo, tanta corrupción, tanto odio?
La Pandemia le tumbó la careta a muchos que ocultaban su verdadera personalidad, desenmascaró lo hipócrita que puede ser un político, un dirigente social e inclusive un líder comunicacional.
Podemos estar ausentes físicamente pero no ideológicamente, moralmente o socialmente porque se diluye la esencia de lo que somos:
¡SERES HUMANOS!
Tristemente, no parece que lo fuésemos...
Parecemos aves de rapiña luchando por los despojos de un cascarón vacío gritando como desquiciados "SÁLVESE QUIEN PUEDA", destrozándonos unos a otros para "sobrevivir"
Se lee duro, terrible, dramático...
No puede ser de otra manera porque así es nuestra realidad a nivel mundial quien lo niegue forma parte de los que están ausentes, planeando egoístamente como sobrevivir aunque tenga que traicionar y renegar de su vecino.
Sin embargo aquí está usted, aquí estoy yo, quizás soñando utopías, pero presentes, jamás ausentes.
Usted y yo, estamos hechos, nacimos para lo sublime, para lo hermoso, para vivir humanamente no materialmente, no egoístamente por eso nos tenemos, por eso aunque estemos lejos, siempre estaremos, jamás nos ausentaremos.
No se ausenta quien está lejos, no se ausenta quien está en otro plano porque su pasantía terrenal culminó.
Se ausentan los que traicionan, los que odian, los que pervierten inocentes en su beneficio, los que odian y reniegan de lo diferente, se ausentan quienes piensan que la solidaridad, la inclusión y el amor al próximo son un peligro para sus intereses.
Le dejo a su conciencia el colocarse, sentirse o asumirse como ausente o presente...
Ojalá sea lo segundo si tú mente y corazón así te lo dictan...
Nos tenemos recuérdenlo, no hay distancias, no hay barreras cuando el amor y los deseos de buena voluntad están presentes, eso me consta personalmente...
Un abrazo solidario y revolucionario...
David C.