VIRTUALIDAD

 

Ser o no ser...

El eterno dilema... 

Mucho se ha tratado de englobar dentro de la virtualidad... 

¿Pero usted es virtual?

¿Lo que sientes al leer es mentira?

¿Las diferentes sensaciones placenteras que brinda una conversación con alguien interesante e inteligente, son una fantasía creada por nuestro sub consciente? 

Hay quienes aprenden, hacen sólidas amistades, comparten fuertes lazos de solidaridad, se enamoran, sueñan y,  hasta tienen sexo que en ocasiones es más placentero que el cuerpo a cuerpo... 

¿Todo eso lo debemos catalogar como virtual? 

La virtualidad es la capacidad del individuo de ubicarse e interactuar en distintos espacios sin la necesidad de estar físicamente en ellos. 

Usted está donde sea o desee,  y yo, puedo estar a su lado si así lo deseamos... 

Básicamente, somos intelecto, somos lo que nuestra mente es, de ella dependen nuestras ideas, sentimientos y todo lo que somos...

El cuerpo humano en realidad es una herramienta prescindible de nuestra mente o cerebro, por tanto, cada vez más la presencialidad será relegada al pasado porque lo realmente perentorio es que somos lo que nuestra mente decida y desee... 

Hagamos un ejercicio sencillo... 

Si pierdo los brazos y las piernas seguiré siendo el mismo David, es decir, no perderé mi identidad solo que estaré impedido físicamente. Si quedo ciego seguiré siendo David solo que sin poderme mover ni tocar y ahora sin mirar, si dejo de hablar igual seguiré siendo en mi mente el David original, solo que severamente impedido, si dejo de escuchar estaré conmigo mismo en soledad absoluta, pero seguiré siendo David. 

Inclusive si me hacen un trasplante de corazón e insertan otro, seguiré siendo David, pero con otro corazón quizás más sano y fuerte. 

Lo que es irremplazable es nuestro cerebro, porque allí si dejo de ser David... 

Estas reflexiones quizás un poco drásticas, solo persiguen la idea de que se entienda que la presencialidad no implica existencia o inexistencia, porque con nuestra mente podemos estar donde deseemos y compartir con el vecino, pero también con el amigo o amiga que está al otro lado del océano a miles de kilómetros.  

Usted y yo no somos virtuales, somos seres con alma, vida, deseos, sentimientos, sueños y ganas de vivir que sencillamente, utilizan un canal diferente para estar juntos en infinidad de actividades, simplemente viviendo,  haciendo que nuestro cuerpo sienta lo que su dueño es decir nuestro cerebro que a su vez somos cada uno de nosotros, le indica. 

Cuando alguien les diga que pierden el tiempo en fantasías o irrealidades, comprendan que la ignorancia al igual que el miedo es libre y que lamentablemente campea en muchos espacios... 

Nada más intenso y hermoso que soltar las alas y volar, antes lo hacíamos cuando nos sumergíamos en un libro y quedábamos atrapados por él, ahora la comunicación es 100% bidireccional y podemos sumergirnos e interactuar en tiempo real con millones que no son solo un Bit de computadora porque tienen alma, vida y corazón. 

Te invito a sumergirte en el mundo de los sentidos que celosamente atesora tu mente y conocerás el abanico de experiencias, circunstancias, emociones y sensaciones que se te abrirán a cada instante para ser feliz y dar felicidad. 

Obviamente, debes hacerlo con seriedad y cuidándote siempre porque ese mundo tampoco escapa a la maldad y debilidades que la misma mente humana atesora en algunos casos. 

Aun así atrévete a vivir, soñar, aprender, conocer y disfrutar. 

¡Recuerda, no somos virtuales!

La vida es y seguirá siendo bella aunque no lo parezca... 

David C.