Por todos y todas deseada...
Pero pocas veces encontrada...
La mayoría la tiene al lado
Aunque no se de cuenta
La felicidad es lo deseado, soñado, esperado pero muy pocas veces encontrado...
Lamentablemente, hay más lágrimas que risas, aunque nunca lloremos o nunca riamos...
Bien dice el dicho: "La procesión se lleva por dentro"...
¡Pues mal hecho!
¡Hay que expresarse y sacar lo que nos quema por dentro!
Gracias a esto, muchos y muchas viven rumiando su infelicidad, frustrados ante su realidad...
Realidad personalísima que como tal, solo ellos o ellas mismas han podido cambiar, pero quizás no supieron, no se atrevieron, no comprendieron o peor aún, no quisieron, porque la resistencia al cambio, es decir, el miedo a lo desconocido, los inmovilizó.
Es increíble, pero darse el permiso uno mismo es harto, difícil...
Todo lo sublime en la vida es difícil de encontrar y/o alcanzar...
Precisamente por eso es sublime...
La felicidad lleva la bandera de lo sublime que puede significar la vida...
Nada fácil alcanzarla, conquistarla y más aún conservarla...
La primera clave para este "acertijo" que significa encontrar la felicidad, está en ser nosotros mismos y aceptarnos como tales. Nadie puede ser feliz haciendo de su propia vida una mentira.
¿Cómo puedes ser feliz si no te aceptas a ti mismo o misma por moralismos o las doctrinas muchas veces patriarcales que impone la sociedad?
¿Cómo puedes ser feliz complaciendo a los demás en detrimento de tus gustos e ilusiones?
¿Será que alguien puede ser feliz, estudiando y ejerciendo la carrera que sus padres le escogieron?
¿Será que alguna mujer puede ser feliz casándose con el pretendiente que sus padres por conveniencia escogieron?
¿Cómo puede ser feliz una persona homosexual aparentando una vida heterosexual incluso con matrimonio e hijos incluidos?
¿Cómo puede ser feliz alguien realizando un trabajo que no le agrada?
¿Carajo como puedes ser feliz si no eres tú mismo o misma?
La infelicidad está en todos lados porque la resistencia al cambio y la cobardía están en todos lados, muchos y muchas prefieren "sacrificarse" a salir de sus "islas" o espacios de confort por miedo al fracaso económico o social.
El ámbito laboral ocupa más del 50% de tiempo útil de nuestras vidas...
¿Se imaginan que no hagamos lo que amamos?
Estaríamos definitivamente fracasados, aunque tengamos cubiertas el resto de nuestras necesidades.
El detalle es que no solo seriamos nosotros los infelices, sino quienes nos rodean, quienes dependen de nosotros y a quienes servimos de alguna manera con nuestra labor, independientemente de la que sea.
Particularmente, en mi caso, pertenezco al área de la salud, donde si no estás identificado, crees y amas lo que haces, sencillamente fracasarás...
Puede que estudies mucho (lo cual es absolutamente necesario). Pero si lo haces por interés económico, por complacer a alguien de tu íntimo en torno o porque debido a las "vueltas" de la vida entraste en el área, pero no lo haces con amor, sencillamente fracasarás.
Me refiero al área de la salud porque es la que me compete, pero se aplica a todo en la vida. No se puede ser feliz y mucho menos dar felicidad si no se cree en lo que se hace, lo que se apoya, lo que conforma nuestro día a día.
¡Sean ustedes mismos o mismas!
¡Quien los quiera, admire y respete que lo haga por lo que son realmente y no por lo que aparentan ser!
Si algo brinda felicidad en la vida, es el dar, no el recibir...
Paradogicamente, verán que sin proponérselo ni desearlo, mientras más den, más recibirán.
Allí, estarán abonando la tierra donde crecerá la felicidad que cada uno o una merecemos.
Quizás luego de estas líneas lo pensarás, te atreverás, al fin serás libre y volarás...
¡Un abrazo donde sea que estés!
David C.
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