CERTEZAS

 Hay días de días... 

Algunos en los que se siente como si estuviésemos en un limbo... ¿O, no? 

Días en los que nos preguntamos, sí: ¿La vida tiene algún sentido?

Con toda nuestra inteligencia, raciocinio y capacidad de análisis, las interrogantes se pierden de vista ante las escasas certezas de las que disponemos para tratar de comprender, inclusive, a nosotros mismos. 

Preguntas como: ¿Por qué estamos aquí? Como yo que les escribo en este momento.... 

¿De dónde venimos? O ¿A dónde vamos? 

Entre las pocas certezas que tenemos están la de que existimos y que si no ocurre algo casi "fantástico", y la humanidad continua su curso actual, pronto no existiremos. 

Podríamos filosofar sobre el tema por horas, días, meses.... Para concluir en que solo la vida y la muerte son realidades inalienables e insoslayables. 

Mientras que la muerte llega y nos traslada a lo desconocido, estamos aquí, usted leyendo y yo escribiendo, intentando explicar o dar forma a lo indescifrable. 

El punto está, en darle sentido a nuestro día a día y que no sea una eterna rutina de luchas plagadas de cortas alegrías y muchas tristezas, porque los buenos momentos siempre son pocos. 

Si son pocos, entonces vivamos al máximo cada día, disfrutando de lo bueno y humano que siempre estará ante nosotros, pero que en muchas ocasiones nosotros mismos lo invisibilizamos. 

La actitud es todo en la vida y si miras el vaso siempre medio vacío y no medio lleno, tú mismo o misma te estarás cortando las alas y negándote la felicidad a la que tienes derecho. 

La vida es una eterna aventura, atrévete a vivirla, conocerla, transitarla y verás que no habrá un día que se parezca al otro, porque siempre estarás aprendiendo, experimentando, ayudando y apoyando a quienes lo necesiten. 

¡Nada más placentero, reconfortante y hasta sensual que ayudar y dar! 

Quizás no logremos responder qué sentido tiene la vida, pero mientras estemos vivos procuremos ser felices y dar felicidad. 

Una simple sonrisa, dar los buenos días, ser cortes y amable con el desconocido, siempre brindará placer tanto para quien lo da como para quien lo recibe. 

Así de sencillas son las cosas, porque siempre lo más bello de la vida estará en lo más sencillo. 

Nada más sencillo que contemplar un atardecer, nada más sencillo que escuchar el trinar de los pájaros o la lluvia caer, nada tan sencillo como el suspiro que nace solito luego del beso igualmente sencillo pero sublime. 

Evitemos tantos ¿Por qué? 

Simplemente, existimos, esa es nuestra principal certeza y mientras eso sea así, brindemos lo mejor de nosotros y sin que nadie te lo diga, sentirás el hermoso sentido que tiene tu vida... 

Un abrazo donde sea que estés... 

David C.