La naturaleza humana es sencillamente sublime y precisamente lo es, porque es sencilla, valga la redundancia.
Lo hermoso, lo recordado, lo amado es siempre, lo sencillo que, a través de detalles o momentos vividos, acumulamos durante nuestra vida.
Lamentablemente, esa predilección por lo sencillo, como un atardecer, la sonrisa de un niño o escuchar el canto de un pájaro, se está perdiendo.
Cada día, el gusto por lo sofisticado, lo complicado y rebuscado que típicamente se asocia al materialismo y el poder económico, se apodera de más y más personas.
La perdida del gusto por lo humano y natural, así como de actitudes altruistas y solidarias, van de la mano del individualismo, el egoísmo, xenofobia, odio de clase, fascismo y nazismo, que cuál veneno imperceptible, pareciera viajar en el aire, recorriendo naciones y continentes, contaminando inocentes.
Dichos inocentes, luego de envenenados o "infectados", se convierten en "Zombis" sedientos de dinero y poder, pletóricos de odio sobre todo lo que sea o resulte diferente a ellos.
Sin embargo, no todo está perdido, hay remedios contra ese "veneno" que viaja en el "aire" por no decir redes sociales, entre otros medios de comunicación.
El amor, la valentía, el sentido de pertenencia, el amor y orgullo patrio, así como la solidaridad y la empatía para con el otro u otra son la clave.
Este terrible año está por finalizar afortunadamente, pero otro vendrá y todo depende de cada uno de nosotros, si será mejor o peor.
Quienes piensen que sufrimos demasiado y, por tanto, ya todo mejorará, están equivocados, porque siempre se podrá estar peor, recuerden que el odio y la maldad no tienen límites.
La tristeza y desazón que invade a millones de almas por hechos terribles como el genocidio en la hermana Palestina, el nazismo en Ucrania o el ascenso de la ultraderecha en la también hermana patria, Argentina, lejos de deprimir, debe ser el motivo para alimentar los deseos de luchar, organizar y orientar a todos y todas para que un mundo realmente mejor, sano e inclusivo, sea posible.
Recuerden que cuando más oscura está la noche es porque un lindo amanecer está por llegar.
Mucho ánimo, mucha fuerza, mucha unión y sobre todo mucho amor, porque solo así ese mundo mejor que todas y todos deseamos, será posible.
Un abrazo solidario donde sea que estés, nada de tristezas, nada de depresión, la vida continúa recuérdalo siempre....
David C.
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