Quienes laboramos en el campo de la salud y hacemos trabajo comunitario ayudando a quien lo necesite, independientemente de su condición social, económica, política, religiosa o tendencia sexual, cometemos un error...
Siempre pensamos que lo hemos visto todo y que la maldad ha llegado a su tope o clímax. En lo personal por mi trabajo he visto desde torturas y violaciones a niños realizadas por sus padres hasta femicidios planificados con saña y alevosía para que la muerte llegue lenta y calmada pero de manera segura en medio de sufrimientos inimaginables.
El error es pensar que los asesinos y odiadores de siempre están satisfechos.
El error es la inocencia...
El error es creer que es un problema de formación educativa o cultural basado en lo social y promovido por el aspecto económico.
El error está en que nuestro humanismo nos obliga a presumir el bien sin mirar a quien...
A través de mi diario batallar en hospitales y calles me doy cuenta que es SADISMO, puro y simple.
Es el disfrute de algunos y algunas con el dolor y sufrimiento ajeno.
¡Carajo estamos rodeados de sádicos!
La maldad no está orientada por motivos o intereses económicos, sociales o políticos. Se puede ser exitoso en dichos campos sin promover el odio, la desunión, el sufrimiento y la anarquía.
Pero sin esos "atributos" no hay "diversión" para algunos...
Este artículo no hace apología al odio o la segregación de un grupo humano en especifico. Sencillamente dice con claridad lo que otros no se atreven.
Cuando algún político importante de la izquierda fallece es celebrado con bombos y platillos por la derecha, no son conjeturas, allí están los hechos. así sucedió con Hugo Chávez y recientemente con nuestro ministro de educación Aristóbulo Isturiz, igualmente ocurre a nivel internacional como en los casos de Fidel largamente celebrada en Miami o con el fallecimiento de Evita cuando colocaron pintas que decían: "Viva el cáncer".
Aún así, decimos: Ellos cambiarán y se darán cuente de su error. El error es nuestro al creer eso...
Sencillamente, ellos son sádicos cuyo máximo placer radica en el sufrimiento ajeno.
Usted pensará: ¿A qué vienen todas estas reflexiones?
Se debe a la actitud de no pocos respecto a la pandemia por Covid 19 quienes ignoran a drede su existencia y consecuencias burlándose de las campañas y medidas para contrarrestar sus efectos.
Allí está Bolsonaro y como él no pocos "líderes" a nivel mundial.
Usted se preguntará: ¿Cómo es posible que ignoren algo tan evidente, palpable, algo tan notorio, público y comunicacional?
Lamentablemente prácticamente nadie a tenido la suerte de NO tener a un familiar, amigo, conocido, vecino o compañero de trabajo que haya sido infectado y sufrido por el mismo sin contar con los fallecidos.
Aún así ellos lo niegan y se burlan...
¡Es algo de locos! ¿Verdad?
Es como envestir un camión y pretender detenerlo estrellando frente a él una bicicleta.
No es locura, ignorancia o fanatismo. ¡Es sadismo!
Quienes lo hacen, saben valga la redundancia, que hacen, con el agravante de que también tienen claro el porque y el para que.
Es sencillo: Para disfrutar del sufrimiento ajeno.
La derecha está llena de seres pensantes, inteligentes, estudiados, económicamente solventes pero con un insaciable gusto por el dolor ajeno.
La historia está plagada de personajes famosos con dicha característica:
Fueron Sádicos irremediables.
Parece mentira pero hay seres que gozarían orgásmicamente si pudiesen incendiar el mundo aunque ellos mismos mueran en medio de su máximo placer.
Es algo así como el piromaniaco que se sienta a disfrutar observando como sufren y mueren plantas y animales calcinados en la pradera que incendió.
Muchos políticos a nivel mundial se sientan a observar como sufren pueblos y naciones dignas y soberanas gracias a sus bloqueos, invasiones y guerras económicas.
¡Disfrutan de su Sadismo!
En este mundo actual, tergiversado, alienado, donde lo superficial es lo real y el humanismo es lo virtual, la "moda" es la reina.
La "moda" entre los sádicos a nivel mundial apostar por el fortalecimiento del Covid como medio de sufrimiento ajeno sin importar que mueran sus familiares y amigos. El Sádico desfrute de observar el sufrimiento ajeno para ellos bien vale la pena.
Por eso:
- Tolerancia cero contra quienes niegan la pandemia.
- Tolerancia cero contra quienes se burlan del dolor ajeno.
- Castigo implacable a través de la justicia para los sádicos.
- Rechazo y judicialización para los políticos que teniendo la solución en sus manos la ignoran e invisibilizan.
- Debemos dejar de ser inocentes y no pensar que los sádicos cambiaran su actitud.
- Debemos permanecer unidos y denunciar a quien goza con el dolor ajeno.
- ¡Debemos continuar y jamás claudicar!
Un abrazo donde sea que se encuentre y piénselo. ¡No calle ante las injusticias!
David C.
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