viernes, 13 de noviembre de 2020

REALIDAD

 


Es una gran paradoja pero invariablemente lo real no es la realidad... 

De lo real jamás tendremos certeza... 

Lo real es lo que existe de manera verdadera y autentica. Pero, ¿Cómo podemos afirmar que algo es así?

Hay circunstancias, situaciones, creencias que damos por reales pero... ¿Será verdad?

Por ejemplo: 

¿Jesús existió?

¿El amor realmente existe?

¿Estamos vivos o simplemente lo soñamos?

¿Dejamos de existir al morir?

Usted pensará: David se volvió loco....

No lo creo, solo que para comprender el mundo que hoy nos agobia hay que abrir la mente y plantearse precisamente lo incomprendido y/o poco claro que por eso,  no es pensado y mucho menos analizado.

Lo realmente certero es que mientras más aprendemos y estudiamos,  nos damos cuenta que nada está claro que todo es relativo y que lo real es solo un misterio más de la vida misma. 

Lo que si existe es la realidad, la cual es una abstracción que cada individualidad o grupo humano asimila según su particular percepción de eso que ellos piensan es lo real.  

Adentrándonos en el pensamiento filosófico,  podemos afirmar que lo real no existe o simplemente es un idealismo en el cual nos basamos para construir la realidad. ---siempre--- moldeada a través de estímulos externos que hoy están potenciados y omnipresentes gracias a los medios de comunicación, las redes sociales y la mercadotecnia que construye realidades que luego son inoculadas en la psique de millones. 

Partiendo de dicha premisa podemos afirmar que nuestra realidad actual es una construcción hecha a la medida por unos pocos que saben mucho de manipulación y neurotización de masas humanas para llevarlas al caos total y por ende a su auto destrucción. 

Usted pensará:  ¿Qué sentido tiene todo eso?

Sencillamente, iniciar un nuevo modelo de vida global, un nuevo orden mundial, donde una élite gobernante ya no será la regente de un imperio, sino, de todo lo existente a nivel global es un juego como el todo o nada. Mire a su alrededor regálese unos minutos para pensar,  analizar y verá. 

La realidad es que cada día aumenta el desprecio por la vida y lo humano, esto es logrado a través de la estimulación del individualismo y el egoísmo que promueve la competencia entre seres humanos por un idealismo que jamás será alcanzado porque el mismo es como un vicio adictivo; El poder como fuente de felicidad. 

Tal cual es como el adicto que nunca estará conforme y siempre querrá más... 

Como quien se esfuerza para comprar un yate pero cuando lo obtiene se siente frustrado al ver que su vecino tiene uno más grande y lujoso... 

La falsa premisa de que el poder es sinónimo de felicidad y bienestar está arraigada en la mente de millones desde hace milenios, actualmente no es diferente, más grave aún dicha premisa tiene teóricos que la defienden y justifican a través del neoliberalismo, el capitalismo, conductas conservadoras y fanatismos religiosos creando una falsa realidad que funciona cual espejismo u holograma en el cual todos creen y ven como real. 

La realidad es que cada día usted se desmoraliza un poco más aunque lucha por no sucumbir ante la realidad que construyen quienes desean vernos fenecer ante el horror de nuestros propios temores internos. 

La campaña está en marcha mundialmente por eso el aumento de los femicidios, el racismo, la misoginia y la homofobia, igualmente por eso, la xenofobia y el odio de clases son  hasta justificados por no pocos que apoyan los perversos intereses que finalizarían como lo afirmé anteriormente en un  gobierno único mundial.

La premisa básica del capitalismo es la destrucción del hombre por el hombre, no lo olviden... 

Eso persiguen las transnacionales de la comunicación y los gobiernos que hacen el "liderazgo" global,  salvo muy honrosas excepciones. Desean "resetear" el planeta para moldearlo a su gusto y semejanza,  dónde los humildes y las grandes mayorías no tendremos espacio salvo que sea como mano de obra barata explotándonos laboral mente y/o algo peor... 

Este artículo no es fatalista ni persigue aumentar sus preocupaciones y temores... 

Persigue concientizar sobre lo que nos sucede y porque tantas cosas negativas al mismo tiempo y en tan diferentes sitios. Sencillamente, desean quebrar el carácter combativo y luchador de quienes defendemos el humanismo, la solidaridad, la unión, la preservación de nuestros recursos naturales y el amor por sobre todas las cosas. 

Se impone la construcción de nuestra propia realidad y desechar esa realidad "enlatada" importada que nos altera la conciencia e induce a conductas fatalistas y entreguistas. 

Nuestra realidad es que cada día somos más y regresaremos con mayor fuerza para afianzar la complementariedad de los pueblos que luchan por la defensa de su soberanía y el derecho a existir de acuerdo a sus creencias y culturas sin ingerencias ni imposiciones externas de ninguna índole. 

Nuestra realidad es que somos y seremos felices porque tenemos la moral de nuestros próceres y ancestros quienes lucharon y dieron su vida por causas justas y humanas,  jamás por deseos egoístas y rastreros. 

Nuestra realidad es que llevamos en la sangre el amor que jamás será defenestrado de nuestra Patria Grande y Pachamama. 

La realidad es que nacimos para ser felices y nada ni nadie podrá obligarnos con recetas importadas a doblegarnos para que traicionemos nuestra forma humanista de ver y percibir el mundo. 

Es obvio que hay problemas pero somos lo suficientemente inteligentes, sagaces e intrépidos para resolverlos sin que sean las recetas del F.M.I. o del Banco Mundial las que impongan qué hacer y queé no hacer. 

Este terrible año pronto terminará y uno nuevo llegará. 

Estemos preparados, listos y dispuestos a seguir adelante con la frente en alto y el corazón galopante porque nuestra realidad siempre estará basada, motivada y empeñada en la felicidad de nuestros pueblos...

Como afirmé al principio no podemos dar por sentado muchas cosas que por milenios se han tomado como reales, pero si podemos construir nuestra realidad a partir de nuestro día a día y ser felices precisamente y valga la redundancia,  brindando felicidad. 

Un abrazo donde sea que se encuentren, vivan su propia realidad, no la que los demás les desean imponer. 


David C. 

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